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PRESCRIPCIÓN
PARA EL CALOR

NUESTRO PORQUÉ

En marzo de 2020 el mundo cambió.

Las personas que ya estaban aisladas se volvieron aún más aisladas. Los más vulnerables de la sociedad tenían una nueva batalla que librar. Personas de todas las edades se encontraron luchando contra enfermedades físicas y mentales. Muchos perdieron sus trabajos. Muchos perdieron la vida.

Es posible que nunca se sepa por completo el alcance total de la destrucción causada por la pandemia, pero lo que es seguro es que hubo un sentido de comunidad revitalizado. Fuimos testigos de una notable bondad por parte de las empresas que ofrecen comidas gratuitas para las familias, los vecinos que compran a los vecinos y los niños que donan su dinero de bolsillo a organizaciones benéficas que apoyan a las familias. Ahora más que nunca, el apoyo debe ser accesible para todos, para llegar a aquellos que están digitalmente excluidos y aislados y ser inclusivo y sin prejuicios.

Es incomprensible pensar que aceptamos un exceso de muertes invernales cada año, muchas de las cuales se deben a las malas viviendas y la pobreza energética.

Elegir entre calentar o comer no debería ser una elección que nadie tenga que hacer, nunca.